CUALQUIER NOCHE ES NOCHE DE POKER

Bello alegato éste. Un alegato que quedó bastante patente el pasado viernes. Un día señalado en rojo en nuestro calendario particular, ya que uno de nuestros compañeros de juego y regente del casino Caja Mar Beatriz Tortosa´s Club, Juan “Copa Turbo” soplaba velas y llegaba a, la siempre temida, treintena.

Tras la cena, un alarde de embutidos curados patrios, boquerones en su punto de vinagre y un queso semicurado digno de la celebración que se llevaba a cabo, vino la entrega de merecidísimos regalos, y el sempiterno brindis por nuestra amistad sincera, surgió la magia en forma de timba improvisada.

Lo improvisado cuenta con ese regusto característico del “todo puede pasar” y así fue. Tuvo algo de teatral aquella timba. Todos encarnamos nuestro papel a la perfección. Eramos actores reunidos en torno a una mesa y a unas cuantas fichas. Fue una partida sosegada, pasmada, lenta, de mano baja, como el buen toreo o los buenos tragos, de la que todos disfrutamos (algo más “el obispo” llamado ahora “Torquemada” por la masacre que cometió esa misma noche”) y de la que rescataría mil y un detalles para enmarcar.

Grande como siempre la actitud de Daniel “El Perniles” ante el juego. Nadie como él toma esa actitud profesional frente a las cartas. Nadie descubre sus manos como él, con empaque y elegancia.

Enorme Juanma “El Destripador” alargando los faroles hasta la última ronda de apuestas con un gusto exquisito, haciendo dudar al más seguro y dejando por el camino hacia la quinta carta a manos más potentes que la suya.

Soberbio el jugador antes conocido como “el Obispo” y al que a partir de ahora llamaremos “Torquemada” por las razones ante expuestas, por saber esperar pacientemente su noche, o mejor dicho SU NOCHE, porque la del viernes fue para él una velada mayúscula, estableciendo un nuevo record de ganancias y que bien se tenía merecidas.

Primorosa la ingenuidad inteligente de Juan “Copa Turbo”, una candidez que en mas de una ocasión ha sido letal para sus adversarios.

Y aunque aquella fue la noche de “el Obispo”, perdón, de “Torquemada”, y sus 20 euros de ganancia así lo atestiguan, también fue la de éste genio de la vida escondido bajo el sobrenombre de “Copa Turbo”, amigo y hermano del que firma este documento y querido y admirado por todos y cada uno de los que nos sentamos con él a jugar unas manos.

Felicidades Juan y felicidades a todos los que el viernes hicisteis de una timba improvisada una velada inolvidable; porque cualquier noche es noche de poker.

Carlos Alarcón

“El Decano”